Archive for 17 nov 2011

Hacia un lugar llamado taller


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No siempre al emprende un viaje sabemos hacia donde vamos o qué buscamos. A veces arrastramos valijas llenas de preconceptos y conocimientos, otras tantas decidimos transitar el nuevo camino más livianos, con lo puesto, sabiendo que el asombro y la necesidad son un pasaje de ida. Habrá folletos con el color del mar, destinos inciertos, pueblos fantasma , desiertos y montañas. pero siempre nos estará esperando ese paisaje que salimos que buscamos desde siempre.
Todos somos obreros por naturaleza. La creación es una de esas herramientas cotidianas que aunque muchas veces no logremos ver y otras tantas mantenemos oculta, nos pertenece. Como el aire.
Nadie empieza tarde, sino cuando cada uno cree que es su momento.
Cuando hace algunos años recorriendo una librería de mi ciudad encontré una fotocopia donde se invitaba a participar a un taller de Guión de cine , la guardé en mi cartera sin pensar que ese acto cambiaría mi rumbo. Tiempo después y dejándome llevar por la intuición más que por la poca atracción que ejercía esa hojita blanca sin atractivo alguno, que por algún motivo no deseché,  me encontré sentada en uno de los mejores talleres a los que concurrí hasta ahora .
Participé de distintos talleres de escritura que establecen cada uno sus propias normas, algunos más rígidos , otros sin más reglas que las que se van decidiendo sobre la marcha. Diferentes todos pero con un objetivo común : El encuentro con el otro y sobre todo con uno mismo.
En el taller se aprende y se comparte mucho más de lo imaginado. Aprendemos a escuchar y ser escuchado en un espacio creados por todos. Ya no dependemos solamente de nuestra mirada aunque no dejemos de escribir en soledad, el taller es justamente lo contrario. El contacto con el otro no solo nos ayuda a adquirir saberes únicos sino también a olvidarnos de  lo que el ego nos reclama…” Que no siempre todo tan bien ni tan mal”
Participar de un taller es una experiencia única
Donde cada participante instala sus propios tiempos, desprendiéndose de la rigidez de otras experiencias formativas  de carácter temporal que buscan otros objetivos avalados por clases, exámenes, certificados.
El taller es atravesado por la energía propia de la convivencia y es por ello que se transforma en un universo maleable, donde los conceptos se van trabajando de acuerdo a las necesidades de sus miembros.
Los disparadores, por ejemplo (algunos lúdicos otros técnicos ) son medios y no fines para ejercitar a través de un trabajo constante las diferentes instancias de la escritura. Entendemos entonces,  que los ejercicios o las consignas  no son meras aplicaciones de un contenido sino que lo trascienden de manera ilimitada.
El objetivo es que cada integrante encuentre su propio camino de formación permanente de la misma manera que sus pares y el coordinador en cada reunión encontrarán el suyo.
En un taller como el que quiero seguir construyendo no existen las recetas aunque como en la cocina cada secreto culinario siempre es bienvenido.
Escribir, escribir y no dejar de escribir …
En eso estamos por acá.